Desde la gestación hasta los primeros años, la niñez es una de las etapas más importantes. Donde se adquieren no solo aprendizajes claves, sino también gran parte de las habilidades personales, sociales, motoras y emocionales que serán la base para el desarrollo futuro del nuevo ser.
Es fundamental cuidar de nuestros niñ@s y ayudarlos a crecer un ambiente de armonía, vivir una infancia sana y feliz. Un niño feliz es aquel que puede jugar, divertirse y aprender, se siente querido y escuchado. Sabe socializar, manejar sus emociones y frustraciones. No presenta problemas de comportamiento, ni conflictos en la escuela o el hogar.
Criar a un niñ@ no es tarea fácil. Es un proceso arduo y complejo para el cual no existe un manual. A veces cuando las cosas se ponen difíciles no siempre sabemos cómo responder. Es aquí donde nuestra labor como terapeutas florales puede ser de gran ayuda tanto para los más pequeños como sus padres o cuidadores.
Las flores nos proporcionan un camino para explorar la niñez, entender el desarrollo infantil y sus retos, acompañar y asistir de la mejor manera los procesos emocionales que el niñ@ enfrenta.
Terapia natural para niñ@s
Los niñ@s son seres que expresan mucho más su sensibilidad. Muchas veces, son esponjas de las cosas que suceden en su entorno reflejando situaciones emocionales, problemas o conflictos de familia/escuela de forma natural.
La terapia con flores de Bach es una medicina natural que trabaja específicamente sobre las emociones de los niños. Equilibrando sus estados de ánimo y comportamientos, transformando lo negativo en positivo y contribuyendo a la sanación. Son un apoyo inocuo que les ayudará a manifestar sus virtudes y la mejor expresión de su ser, sin cambiar su esencia.
En base al problema que se observa que el niñ@ presenta durante la consulta de evaluación, se seleccionan aquellas flores que mejor les ayuden a sobreponerse. Luego se procede a preparar y entregarles la esencia para recuperar su equilibrio emocional. Se realizarán sesiones de seguimiento para ir evaluando el cambio y de ser necesario se entregará un nuevo gotero. Cuando se observa una mejoría consistente en el tiempo, los niñ@s dejan de necesitarlas. Sin embargo, el acompañamiento terapéutico puede mantenerse.
Elaboración de las recetas florales
En la terapia floral con niñ@s es importante observar en detalle sus comportamientos mientras realizan actividades o interactúan con el entorno que los rodea. Pudiendo establecer diferencias entre aquello que pueda considerarse como normal, de lo que no y requiera asistencia.
En algunos casos, resulta práctico para identificar la situación anímica del pequeño, la opción de “elección espontánea”. Mostrándole al niñ@ imágenes o frasquitos entre un conjunto total de flores de Bach para que elija las que despierten su curiosidad. Es un método usado sobre todo en niñ@s tímidos que no quieren hablar o que son muy pequeños.
Las flores de Bach ayudarán a los niñ@s en diferentes situaciones como, por ejemplo: cambios de humor constantes, miedos o ataques de pánico, timidez o dificultad para expresar sus sentimientos, apatía, falta de voluntad para hacer deberes, agresividad o enojo, obsesión por la limpieza, negatividad, problemas de aprendizaje, hiperactividad, orinarse en la cama, mentir, llamar la atención o problemas en el lenguaje.
Aquí tienes algunas flores que puedes utilizar:
- Walnut + Hornbeam: para los que les cuesta adaptarse a la nueva rutina escolar.
- Chicory + Larch: para los que necesitan más autonomía y confianza en sus capacidades.
- Water Violet: para los que han perdido el interés por la vinculación con otros niños.
- Beech: para quienes tienden a ser muy intolerantes y pelean.
- Chicory + Heather: para los niños poco empáticos y demandantes de atención.
- Impatiens: para quienes caen rápidamente en la irritabilidad e impulsividad.
Recomendaciones adicionales
- En la elección de las flores recuerda considerar las características individuales y el contexto del infante. Observa siempre qué hay detrás de todas sus manifestaciones emocionales.
- Se recomienda utilizar conservantes naturales como: glicerina vegetal o miel en los preparados y en una proporción del 10% del volumen de la mezcla.
- Para los más pequeños se puede mezclar las esencias con otro líquido o agregarlas en sus bebidas. A los bebés se les puede colocar en sus muñecas o añadirles unas gotas en el agua del baño.
- La administración de las esencias son las mismas en adultos y niños, 4 gotas 4 veces al día, excepto en el caso del remedio rescate en el que se dará la mitad de la dosis.
- Es importante acompañar la terapia en el niño con una labor reeducativa de su entorno que contribuya al cambio sostenido. Se puede incluir a los padres o adultos cuidadores en el tratamiento o ingesta de las flores.
- Las flores no reemplazan la acción de los medicamentos ni otros tratamientos convencionales. Son perfectas para complementar la terapia psicológica o médica y en casos leves se pueden utilizar como un tratamiento independiente.
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Jeni.
@escuelamadreselva
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